“El Estado se mete cada vez más”
El presidente del Colegio, Ignacio Del Vecchio, repasa la actualidad de la profesión y reclama por recursos para la Justicia.
Se cumple un nuevo Día del Abogado y el presidente del Colegio que rige la profesión, Ignacio Del Vecchio, sostiene que su gestión se orienta a tener una institución en la que se trabaje por y para sus integrantes, pero siempre comprometidos con la ética y con una mejor justicia para la comunidad. Este abogado, especialista en seguros y daños y perjuicios y dirigente gremial de 44 años, no duda al momento de denunciar los graves problemas estructurales de la Justicia provincial y la seguridad pública y acompaña cada crítica con una propuesta.
—¿Qué lectura hace gremialmente de este año judicial?
—Como Colegio, siempre hemos levantado nuestra voz para reclamar contra la morosidad y el colapso judicial, sobre todo en materia laboral y de responsabilidad extracontractual. Como en años anteriores, presentamos a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial un presupuesto de la justicia para 2013 en el que solicitamos la creación de juzgados en un número proporcionado a la cantidad de juicios por cada fuero y la construcción de nuevos edificios para los Tribunales de Casilda y Cañada de Gómez.
—¿Cuáles, a su criterio, son los temas que más interesan a los colegiados?
—Mis colegas procuran que el Colegio les devuelva más y mejores servicios y que ante cualquier dificultad en el ejercicio de la profesión estemos presentes como institución para defender y garantizar el libre ejercicio de la abogacía. Las intromisiones de los poderes del Estado y los atropellos que detectan por parte de la administración pública, sea ésta nacional, provincial o municipal, son cada vez más constantes y frecuentes. Ante esta situación siempre vamos de menor a mayor, instando al diálogo, a los consensos, pero cuando la abogacía es avasallada y no atienden nuestros reclamos acudimos a la justicia. Así decidimos hacerlo ante el gobierno provincial por la situación de denegación de justicia en Cañada de Gómez y ante el gobierno nacional cuando la Ansés injurió y desprestigió la profesión con carteles ofensivos.
—¿Qué opinión tiene sobre el Consejo de la Magistratura ?
—La Corte Suprema de Justicia de la Nación, al resolver la inconstitucionalidad del sistema de elección de los miembros del Consejo de la Magistratura, tomó como fundamento la posición institucional de toda la abogacía organizada. Lo importante es buscar caminos para mejorar su funcionamiento, de preseleccionar a los jueces–, a través de un proyecto abarcativo y consensuado.
—¿Y a nivel provincial?
—Si bien el actual Consejo de la Magistratura santafesino es superador del anterior, este año ha sufrido un notorio retroceso institucional, a partir del decreto del 21 de diciembre del 2012 que elimina el orden de méritos entre los concursantes, suplantándolo por una lista alfabética integrada por los postulantes que superan el puntaje requerido. Necesitamos varios cambios para acelerar las evaluaciones, como ser el concurso previo a que se produzcan las vacantes, cuando éstas puedan ser previstas. Es fundamental establecer la representación institucional permanente de los Colegios de Abogados de la provincia y el de Magistrados.
—Usted fue el primero en hablar sobre la necesidad de declarar en emergencia a la seguridad. ¿Cuáles son las ventajas para la provincia?
—Cuando lo expresamos fuimos criticados, quizás porque pensaban que estábamos generando especulaciones políticas, pero nuestras acciones no están dirigidas a desestabilizar a ningún gobierno, sino a defender firmemente la paz y la justicia en nuestra comunidad. Hoy, con esta ley, la provincia tiene un instrumento valioso para combatir la criminalidad. Un ejemplo concreto de las nuevas asignaciones presupuestarias que tiene el Ministerio de Seguridad es la creación de los nuevos Centros Territoriales de Denuncias.
—¿La política partidaria se ha instalado en el foro?
—En general la comunidad ha comenzado a escuchar la voz y la opinión del Colegio de Abogados como un actor social comprometido con ella. De este hecho, sin duda, ha tomado nota la política partidaria y, al reconocer un nuevo actor social, también intentan establecer diálogo y consenso con esta institución. Esto es muy importante y habla muy bien del desarrollo de la democracia en nuestro país y en especial en nuestra región. Por tal motivo, procuramos que el Colegio no esté sujeto a ninguna formación partidaria –lo que no significa que en su seno no se haga política en el sentido gremial– para evitar que al momento de tomar decisiones relacionadas con la abogacía interfieran otros intereses políticos que no sean los de los abogados.
—¿Cuáles son los perfiles de los distintos grupos o agrupaciones del foro rosarino?
—Todos los dirigentes gremiales pretendemos más o menos lo mismo: mejores condiciones de ejercicio profesional, mejor calidad de justicia, un bienestar económico y social para el abogado y su familia, etcétera. Cada uno de los movimientos o expresiones político-gremiales que participan de la vida institucional del Colegio tiene su forma de pensar y de querer establecer su plan de acción y en función de ello muchas veces se logran consensos muy importantes y generalizados que privilegian el interés colectivo por sobre los sectoriales.
—¿Cuál es su mayor preocupación?
—Son los jóvenes abogados, porque son ellos los más desprotegidos, son los que recién se inician en la actividad y por lo general los que terminan siendo los más castigados del sistema. Imagínese que si un abogado de 20 o 30 años de ejercicio profesional se queja del estado actual de la Justicia qué podemos esperar para un abogado que recién sale de la facultad. Por eso creo que es fundamental la gestión que estamos llevando adelante para contener y encauzar a los jóvenes, siempre con una fuerte presencia de los valores y principios éticos. Mi deseo es que se acostumbren a recurrir al colegio para encontrar su contención y pertenencia.
—¿Cuál es el legado que le gustaría dejar?
—Me gustaría que quedara firmemente establecido un Colegio de Abogados activo, fuerte y presente para los colegiados y abierto a la comunidad.