El Colegio de Abogados reclama respuestas a la Corte.

«Frente a la inminente apertura del año judicial 2013, ocasión siempre oportuna para centrar la mirada en el estado de la Justicia, desde el Directorio del Colegio de Abogados de la Segunda Circunscripción expresamos nuestra preocupación por la falta de respuesta a una serie de inquietudes sobre el funcionamiento del Poder Judicial presentadas en los últimos tiempos ante la Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe.

Entendemos básico el diálogo interinstitucional para abordar y resolver los variados problemas que se registran en el amplio radio de nuestra jurisdicción y actuamos en consecuencia. En cumplimiento de nuestro rol, que excede largamente el control de la matrícula profesional, incursionamos en cuantos temas resulten pertinentes para el mejoramiento de la legislación y la función judicial. En ese cometido habitualmente detectamos, examinamos y solucionamos las dificultades que están a nuestro alcance. Pero va de suyo que una determinada masa crítica de problemas, que abundan en toda la circunscripción y han sido oportunamente denunciados, escapa de nuestra exclusiva competencia y requiere el concurso de los distintos niveles del Estado, a los que propusimos caminos congruentes para avanzar en la búsqueda de soluciones. Ello exige de los poderes públicos una actitud abierta y diligente destinada a  gestionar y resolver paliativos y medidas de fondo para las que, además de obligados por su naturaleza, se los supone capacitados.

Cuando esta atención potencial dista de manifestarse en acto, las mejores intenciones se frustran, los aportes más sensatos caen en saco roto y, lo que es peor, los problemas se vuelven crónicos y los padecen con más virulencia quienes más necesitan el auxilio de las instituciones.

Entre las más relevantes cuestiones que hemos planteado, en interés no sólo de los abogados sino del sistema de justicia y  su destinataria, la población en general, las siguientes penden de decisiones de la Corte que demoran en llegar:

a) El pedido de avocación de la Corte Suprema para que anule y/o declare la inconstitucionalidad de la intempestiva, arbitraria, inconsulta, infundada e injustificada circular administrativa emitida por ocho de los nueve jueces laborales de Rosario mediante la cual, sin la competencia necesaria, impartieron directivas a las partes y sus abogados litigantes sobre el modo y condiciones de presentación y aprobación de convenios transaccionales y/o conciliatorios. Ni siquiera se atendió nuestro pedido para que, hasta tanto el tribunal se expidiera, su presidenta dispusiera la suspensión urgente de la medida.

b) También por dos veces reclamamos se reconociera la falta de operatividad del Registro de Accidentes y Enfermedades Ocupacionales, cuyos informes son exigidos por los jueces en el fuero laboral a pesar de que devino innecesario desde la última reforma a la ley de aseguradoras de riesgos del trabajo. Denunciamos la grave situación planteada por las colas y demoras para tramitar los informes, padecimiento de verdadero maltrato e insumo de valioso tiempo que parece no ser tenido en cuenta como un bien jurídico que merezca protección. Y requerimos que, si se opta por mantenerlo, aunque la propia Corte consideró “evidente” que “ha perdido virtualidad”, al menos se lo dote del personal adecuado y, como marca la ley, un secretario se haga cargo de comunicar la iniciación del proceso y no el abogado, como ocurre actualmente.

c) Dos veces en enero pedimos al tribunal supremo que revirtiera el significativo aumento de los montos estipulados para los tickets de mandamientos y cédulas de notificación judicial y diera explicaciones sobre sus razones. Este tema compromete prioritarios valores republicanos, como el acceso a la Justicia y la transparencia de la gestión pública, entre otros. Y la situación puede derivar en una verdadera denegación de justicia si el elevado costo la torna inaccesible.

d) Nuestra Delegación de Cañada de Gómez debió declararse en estado de alerta y movilización por la precaria infraestructura judicial y la falta de jueces, funcionarios  y empleados. Pedidos previos y hasta un acto público posterior fueron insuficientes para revertir el cuadro que afecta muy seriamente el derecho a la justicia de todo ciudadano, y, además, alimenta un descorazonador sentimiento de  discriminación frente a otros distritos.

Parecida crisis por similares motivos se sufre en Casilda. También en este caso advertimos las dificultades y reclamamos soluciones. Como en el caso anterior, no llega la construcción del nuevo edificio aunque las actuales instalaciones son del todo insuficientes, por decir lo menos, y también falta designar magistrados y funcionarios.

e) Frente al concurso convocado para designar abogados relatores en los juzgados laborales y en la Cámara de Apelaciones de Rosario, cargos que oportunamente reclamamos para paliar el desborde del fuero, solicitamos participación en el procedimiento de evaluación y designación de los aspirantes que se presenten a la convocatoria. Es un asunto que merece urgente consideración, ya que el 8 del corriente mes expira el plazo para las inscripciones de los interesados.

Frente a la magnitud de estas necesidades, no cabe sino exhortar a la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe para que acelere las respuestas. Determinado género de asuntos no puede esperar. Urgen, pues, pronunciamientos que repongan equilibrios perdidos, restablezcan derechos, alimenten esperanzas. La máxima magistratura no se justifica sino, precisamente, por su acción reparadora. El silencio y el quietismo son incompatibles con la función vivificante de la Justicia. Desde el pie crece el clamor por abrazar esa causa que el Preámbulo de la Constitución manda afianzar.

Afrontar las exigencias es la consigna de la hora. Retardar decisiones fundamentales para la marcha judicial es contrario al deber funcional de sus responsables. Desde el Directorio del Colegio de Abogados queremos alertar sobre estas severas deficiencias para que sea posible corregir el rumbo y encaminar al Poder Judicial por la ruta de las soluciones y no por el inconducente camino de la indiferencia.»

Fuente: Diario Notiexpress. 07 de Marzo 2013.-